Pregunta por: José María (España)
Sozan
La investigación ha demostrado que la formación de hábitos saludables es una parte fundamental de la salud. La creación de rutinas sostenibles y beneficiosas hacen que los comportamientos saludables sean casi automáticos, creando un proceso continuo de lo que se conoce como «potenciación positiva». Por otro lado, los malos hábitos pueden arraigarse en nuestras actitudes y actividades, incluso cuando sabemos que provocan consecuencias negativas.
Una buena higiene del sueño significa tener un entorno de dormitorio y unas rutinas diarias que promuevan un sueño constante e ininterrumpido. Mantener un horario de sueño estable, hacer que el dormitorio sea cómodo y esté libre de interrupciones, seguir una rutina relajante antes de acostarse y crear hábitos saludables durante el día pueden contribuir a una higiene del sueño ideal. La meditación es un punto importante a considerar como parte de una rutina de «higiene del sueño».
El concepto en sí de la «higiene del sueño» (que el entorno y los hábitos pueden optimizarse para dormir mejor) se aplica a casi todo el mundo, pero el aspecto de la higiene del sueño ideal puede variar persona a persona.
Puedes leer más sobre la higiene del sueño aquí:
Los 10 mandamientos de la higiene del sueño para adultos, creados por la World Sleep Society.