«No arruines aquello que tienes.»
– Epicuro de Samos –
No existe vara para medir la abundancia. ¿Cuánto es suficiente para ti?Hace pocos días tuve nuevamente una conversación sobre el significado de la riqueza y el valor relativo de «poseer cosas». Este ha sido siempre un tema que me ha generado gran interés, incluso antes de comenzar mi práctica en el budismo. Creo que la primera vez que ese concepto me generó curiosidad fue cuando de pequeño tomé contacto con esa frase de la biblia católica que dice «Antes pasará un camello por el ojo de una aguja que un rico al reino de los cielos».
¿Qué significa esto? ¿Son las posesiones materiales algo negativo? ¿Una mala influencia en nuestro camino espiritual?
Aquí va un resumen de dónde me encuentro en este momento de mi (seguro limitada) comprensión de este tema tan relevante:
a) No es tan importante cuánto tienes en cantidad. La clave es tu relación con aquello que tienes.
Este primer principio se encuentra fuertemente ligado al tema del apego, y tu relación con las cosas puede ir cambiando en el transcurso de tu vida. Es importante destacar que tampoco creo que se trate de un concepto nihilista, donde «las cosas que tengo no me importan». Por supuesto que importan. Por supuesto que en general me demandó sacrificio conseguirlas. Por supuesto que he de cuidarlas y respetarlas. El apego a las cosas es diferente, e investigaremos más adelante con mayor profundidad qué significa este concepto.
b) Lo que es suficiente para mí puede ser escaso para ti, y viceversa. Lo que es suficiente para mí hoy, puede haber sido escaso para mi en el pasado o serlo en el futuro. Ninguno de estos estados debería ser fuente de crítica o comparación. La verdadera riqueza radica en un profundo sentido de la abundancia con aquello que tenemos, sin importar en realidad su volumen o cantidad.
c) Codicia, saciedad, gula. Estos conceptos nos llevan a siempre poner el foco en lo que no tenemos, en lo que nos falta. Es una forma de vivir en permanente estado de escasez. Es una manera de conectar constantemente con el sufrimiento. Nada es suficiente, y la hierba es siempre más verde en el jardín del vecino. Vuelvo al tema del nihilismo. No creo que se trate de no desear obtener algo, o que los logros no sean importantes. Es mas bien no vivir permanentemente en un estado de insatisfacción. La incapacidad de poder observar con detenimiento, profunda gratitud y respeto aquello que ya tienes.
Seguramente hay cosas que te gustaría tener. Con seguridad tu vida no parece perfecta. Y eso es normal para cualquiera. Sin embargo, mira a tu alrededor: Cierra los ojos y visualiza aquello que te rodea en este momento. Lo material. Lo inmaterial. Las relaciones. Quizá tengas salud, quizá sientas seguridad… El simple hecho de estar con vida. ¿Puedes verlo?
Agradece por lo que eres y por lo que te rodea. Conecta con la abundancia, sin afán de riqueza por la riqueza misma. No arruines lo que tienes perdiéndote en el deseo de aquello que no tienes.
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