VER CON CLARIDAD
"Una persona no intenta verse a sí misma en el agua que corre, sino en el agua tranquila."
Confucio
La importancia del silencio.
Es la calma del agua que nos permite ver una imagen real de nuestro reflejo, sin las distorsiones que produce el movimiento en su superficie. De la misma manera, es en la calma, el silencio de nuestra mente y espíritu que podemos ver una imagen verdadera de quiénes somos, el reflejo sin distorsiones de nuestro ser.
Sin calma, como con el agua, no hay más que una mezcla de colores y confusas formas. De no saberlo, nos observamos en el agua turbulenta y nos convencemos de que esa extraña imagen es quienes somos en realidad… y actuamos en consecuencia.
La verdadera calma proviene de tu interior. Por supuesto, hay condiciones externas que son propicias para la tranquilidad y el silencio, pero suelen ser transitorias y superficiales. Cultivar la capacidad de calma y silencio interno es una de las principales premisas para la real transformación.
No existe una receta mágica, pero aquí van algunos consejos:
- Medita.
- Cultiva la ecuanimidad.
- Desarrolla hábitos positivos y saludables.
- Reconoce tus disparadores de ansiedad.
- Investiga sobre la «higiene del sueño».
- Nútrete bien, en la mesa y en tus relaciones.
- Recibe y lee el correo semanal. Reflexiona.
- Medita (no es un error, lo agregué nuevamente a la lista)
La calma y el silencio interior no provienen de una sola fuente (interna o externa), sino que es el resultado de una aproximación completa y equilibrada en relación a nuestro desarrollo como seres+humanos.